En cualquier plan de entrenamiento de 21k y 42k los rodajes largos son primordiales ya que ayudan a mejorar la capacidad de almacenar glucógeno muscular en tiradas muy largas, como también a reclutar más fibras musculares, nos enseña a correr relajado y ser más económicos al correr, y a estar más preparados mentalmente a estas distancias para el día de la carrera.