Tigst Assefa arrasa en Londres y Sabastian Sawe confirma que su leyenda apenas empieza

A veces, el deporte nos regala mañanas que parecen escritas para la épica, para esas historias que no necesitan adornos porque brillan solas. Y el Maratón de Londres 2025 fue uno de esos momentos que no se olvidan, una mezcla de épica, talento y cuentas pendientes que se saldaron a base de zancadas firmes, calor inesperado y finales cargados de emoción.

Assefa, reina absoluta en las calles de Londres

Desde los primeros compases, cuando los kilómetros parecían no pesar y el ritmo insinuaba sueños imposibles, Tigst Assefa dejó claro que no había espacio para los errores, confirmando desde muy temprano lo que las apuestas deportivas ya habían empezado a anticipar. Con la mirada fija y una determinación que se sentía en el aire, la etíope, segunda en los últimos Juegos Olímpicos, no quiso especular ni dar margen a la sorpresa. Así, casi sin titubeos, detuvo el reloj en 2h15:50, reescribiendo la historia al establecer un nuevo récord del mundo en maratón exclusivamente femenino

 

El camino hacia la gloria, sin embargo, no fue sencillo. El calor comenzó a incomodar cuando la carrera pedía oxígeno, las liebres se retiraron demasiado pronto, y aun así Assefa no aflojó. Mientras Joyciline Jepkosgei luchaba por no perder la estela y Sifan Hassan sufría cada metro intentando mantener el tipo, ella mantuvo su ritmo imperial.

 

Una carrera para valientes, no para cronómetros

Quizás porque el sol quiso ser protagonista en Londres más de lo previsto o porque el desgaste acabó pesando más que la ambición, lo cierto es que la prueba no terminó siendo ese duelo frenético contra el reloj que muchos habían imaginado. Ni en hombres ni en mujeres se bajaron tiempos de locura, pero eso no le quitó ni un ápice de emoción a un maratón que, más que una contrarreloj, fue una carrera de fondo, de resistencia mental y física, de saber cuándo atacar y cuándo simplemente resistir.

 

Assefa, acompañada en gran parte del recorrido por Jepkosgei y un poco más lejos por Hassan, supo leer como nadie el momento de lanzarse en solitario y, cuando decidió hacerlo, ya no hubo quien la alcanzara.

 

Sawe se hace gigante, Londres le rinde pleitesía

En la carrera masculina, el guion fue diferente pero igual de apasionante. Porque si alguien pensaba que Sebastián Sawe había tocado techo con su deslumbrante debut en Valencia, se quedó corto. A falta de 10 kilómetros, mientras las casas de apuestas aún dudaban entre varios favoritos, Sawe rompió el ritmo con un ataque demoledor y se marchó en solitario hacia una victoria incontestable. Su tiempo, 2h02:27, no solo es brillante: confirma que estamos ante una estrella destinada a dominar.

 

A sus espaldas, Jacob Kiplimo resistió para quedarse con el segundo puesto, y Alexander Mutiso cerró el podio. Más atrás, pero con una sonrisa que hablaba de otra victoria más íntima, Eliud Kipchoge cruzó la meta en sexta posición.

 

La próxima generación ya está aquí

Londres nos dejó un maratón que no fue perfecto en los tiempos, pero sí inolvidable en las emociones. Tigst Assefa recuperó su corona personal con una actuación impecable y Sabastian Sawe demostró que el futuro ya no es una promesa, sino un presente brillante que comienza a tomar forma.

 

Porque al final, más allá de los números y de las estadísticas, hay días que se quedan grabados porque nos recuerdan por qué amamos tanto este deporte.