
Corres por te gusta correr y porque sabes que el running te entrega enormes beneficios tanto desde el punto de vista físico como psicológico, pero, debes tomar las precauciones necesarias si no quieres ser víctima de una lesión por sobrecarga.
Las lesiones más comunes que sufre un corredor son las relacionadas con la rodilla, en el Tendón de Aquiles, la periostitis, la fascitis plantar y dolores de la cintilla ileotibial. También, cabe mencionar, que casi el 10% de los runners desarrollan algún dolor de cadera y en la parte baja de la espalda.
Tratar de superar una lesión sin dejar de correr es el objetivo que muchos corredores tienen y esto dependerá, fundamentalmente, de la clase de lesión que padezcas.
Consejos para que una lesión no te detenga
Como mencionamos anteriormente, conocer qué tipo de lesión te está afectando y qué tan grave es resulta primordial para saber si es necesario dejar de correr para superarla. No obstante, se podría afirmar que sí es factible superar una lesión sin dejar de correr. Pero, para que esto ocurra, deberás hacer grandes modificaciones en la manera en que realizas tus entrenamientos, contemplando, por ejemplo, los siguientes puntos:
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- Descarta aquellos entrenamientos de velocidad y de gran intensidad, ya que estos sobreexigen tu cuerpo y no ayudan a que tus lesiones se mejoren. En vez de esto, haz tu entrenamiento con bastante lentitud, como, por ejemplo, incluyendo entrenamientos tortuga.
- Reduce el volumen total de tus entrenamientos, ya que, si quieres que tu lesión mejore y sin dejar de correr, tienes que bajar la cantidad de kms que corres a la semana. De esta manera, saber qué tan grave es tu lesión, será esencial para establecer cuánto se reducirá. Por ejemplo, en ciertas ocasiones debes correr el 50% del kilometraje y otras veces el 75 %. Lo más importante será siempre hacerle caso a tu cuerpo, él te avisará.
Signos claros para dejar o no de correr
Con el fin de tomar la mejor decisión en lo que se refiere a dejar de correr o no si estás lesionado, te entregaremos algunos datos claves:
- Determinar si tu lesión se encuentra en una fase avanzada, porque, si pasan los días y tu molestia no muestra señales de desaparecer, por el contrario, se hace más intensa, obligadamente tendrás que poner fin a tus entrenamientos.
- Si sientes dolor al caminar, y este te dificulta el desplazamiento normal y necesitas hacer un cambio en tu zancada cuando corres, lo más recomendable será que dejes de correr por un tiempo para dar paso a que tu lesión se mejore completamente.
Tipos de lesiones para dejar o no de correr
En algunos casos, como las lesiones del tipo óseas, como una fractura o una lesión articular, las que causan demasiado dolor, irremediablemente tendrás que dejar de correr. Por el contrario, en los casos de tendinitis de rodilla podrás correr sin problemas y hasta resulta aconsejable que lo hagas, puesto que permanezcas totalmente inmovilizado no ayuda a una buena recuperación y sí ayuda que corras y realices ejercicios para fortalecer y estirar.
En relación con las lesiones que se dan más entre runners como la fascitis plantar, el síndrome de la banda iliotibial y la periostitis tibial, pueden causarte bastantes molestias y dolor y de esto dependerá si es necesario que dejes de corres. En cambio, ciertas lesiones más leves post entrenamientos o post carreras no tienen por qué ser un obstáculo para correr.
Importante: Si bien es cierto, te dijimos que puedes superar una lesión sin dejar de correr, siempre es aconsejable que sigas al pie de la letra las recomendaciones de tu médico quien hará el mejor diagnóstico para tu caso particular.
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