
Correr se puede separar en dos grandes fases su movimiento natural, la primera es la “Fase de apoyo” que corresponde cuando nuestro pie está en contacto con el suelo, y la “Fase de vuelo” donde no tiene contacto con el suelo.
Cada una de estas dos fases tiene su técnica especial, y por lo tanto es fundamental su conocimiento.
La “Fase de apoyo” para poder entenderla bien se puede dividir en tres sub-fases las cuales las explicaremos en detalle en esta nota para que tengas un mayor conocimiento y sepas como buscar mejorar cada una en su aspecto técnico.
FASE DE AMORTIGUACIÓN
Esta fase corresponde cuando nuestro pie cae en el suelo y se produce la amortiguación a esta caída con el gesto técnico adecuado.
El objetivo principal para un corredor en esta fase es que sea lo más rápida en su secuencia que se pueda para no reducir la velocidad de desplazamiento, y con el menor impacto posible, por el desgaste energético que genera.
Para mejorar esta fase es necesario aumentar la frecuencia de zancada con ejercicios técnicos que nos hagan concentrarnos en la salida rápida del pie hacia atrás, y también buscar un movimiento de flexión del pie perfecto en la caída, que es notorio la diferencia entre corredores según el sonido que emita el pie al contacto con el suelo.
FASE DE TRACCIÓN
La fase de tracción es el movimiento que hacemos para mover el peso del cuerpo de la parte de adelante hacia la parte de atrás.
Esta fase juega un rol principal el agarre de la zapatilla que tengamos con el suelo, a mayor agarre mejor será la eficacia energética y postural que tendremos para pasar a la última fase.
Un ejemplo de lo necesario de tener una buena tracción al correr es porque se usa zapatillas de clavo en la pista, el agarre es fundamental para nuestra posición postural y para poder generar un buen empuje.
FASE DE EMPUJE
El empuje es la última fase de apoyo donde buscamos disparar el cuerpo hacia adelante con fuerzas verticales y horizontales en el vuelo.
El impulso para entender bien su gesto debemos saber que parte desde la cadera, como una bisagra que desde arriba manda las fuerzas y señales de contracción de glúteos, isquiotibiales, cuádriceps y gemelos, finalizando el movimiento en los flexores de los dedos de los pies.
Para poder mejorar este gesto técnico es necesario principalmente aumentar la participación de los músculos extensores de la cadera, fortaleciendo sobre todo los glúteos que son los con mayor participación durante la propulsión desde arriba, y activándolos durante la propulsión.
La clave es concentrarse en sentir que el empuje hacia atrás contra el suelo se genera más a nivel de cadera que de tobillo y flexores del pie. Debemos notar que nuestro glúteo se contrae cuando empujamos. No es fácil conseguirlo, pero con trabajo de concentración se logra mayor activación muscular de este, en el gesto técnico, y es considerable la potencia mayor que logramos de empuje hacia adelante.
También te puede interesar ver: