No te engañes: averigua qué pasa realmente en tu cuerpo si aumentas los kilómetros

Es de vital importancia saber qué pasa en el interior de tu cuerpo cuando acrecientas la cantidad de kilometraje que corres cada día, por eso a continuación te contaremos cuáles son los cambios más relevantes y que debes saber.

La importancia de los Kilómetros que corres

La cantidad de kilómetros que corres a diario entrenando son los responsables de tu rendimiento y también, pueden ser la causa de las lesiones que puedas llegar a sufrir. Cuando corres una baja cantidad de kilometraje, esto ocasionará un estancamiento que no te permitirá una mejora como runner. Si corres más, pero de manera muy abrupta, entonces tu cuerpo sufrirá las consecuencias, impidiendo que te mantengas en buen estado de salud y sin lesiones.

Si la base de kilómetros que corres es mejor, entonces mayor va a ser la fuerza con la que puedas entrenar a la hora de prepararte para una carrera o maratón, y como resultado podrás obtener mayores probabilidades de lograr tus metas. La cantidad de kilómetros que corres va a depender de tu forma física y objetivos planteados, ya que jamás debe ser más relevante la cantidad que la calidad.

Cuando aumentas el kilometraje que corres, también aumenta tu resistencia, es decir la capacidad de mantener el esfuerzo de manera eficiente por más tiempo, lo que provocará cambios importantes en tu cuerpo.

Los cambios que hay en tu cuerpo cuando corres más

A continuación, te mostraremos las principales modificaciones que sufre tu cuerpo a raíz del entrenamiento de la resistencia.

En primer lugar, se producirá un aumento del volumen sanguíneo. Así ha quedado demostrado por varios estudios y este aumento podría mejorar el rendimiento al incitar a una mejor perfusión de los músculos, acrecentando el volumen sistólico, es decir, el volumen de sangre que bombea el corazón.

También, se produce un aumento en los capilares, que son aquellos vasos sanguíneos de menor tamaño. Varios son los capilares que rodean cada una de las fibras musculares, puesto que corresponden a la forma en las cuales las células absorben el combustible y el oxígeno para su funcionamiento. Con un entrenamiento de resistencia y aumentando los kilómetros que corres aumentarás el número de capilares por cada una de las fibras musculares y esto mejorará la eficacia en el abastecimiento de energía y oxígeno.

Otro punto importante, es que se obtienen más mitocondrias, que son las encargadas de fabricar la energía aeróbica dentro de cada célula, y el entrenamiento de resistencia ayuda al aumento en el número y tamaño de estas mitocondrias en la fibra muscular. Mientras más mitocondrias tienes en tu organismo, más energía aeróbica se fabrica, logrando mantener un ritmo más veloz y por una mayor cantidad de tiempo.

Cabe destacar a su vez, el aumento en las reservas de sustratos intramusculares, que mejoran la resistencia permitiendo que los músculos incrementen la capacidad de almacenamiento de glucógeno. Una cantidad mayor de glucógeno en tus músculos te dará la posibilidad de correr más tiempo y a un ritmo de moderado a intenso.

Por último y no menos importante, es que existe una mejora en la actividad de enzimas en las mitocondrias, lo que hace más rápida la producción de energía aeróbica. Estos fondos hacen que aumente la actividad de dichas enzimas, haciendo óptima la eficiencia de las mitocondrias. De esta forma, no solamente obtendrás más y más grandes fábricas de energía, sino que, además, se harán más eficaces.

Referencias:

«Goddard-1926» (en inglés). NASA. Archivado desde el original el 8 de noviembre de 2007. Consultado el 22 de julio de 2012.

Sim MA, Dean P, Kinsella J, Black R, Carter R, Hughes M (2008). «Performance of oxygen delivery devices when the breathing pattern of respiratory failure is simulated». Anaesthesia (en inglés) 63 (9): 938-40. PMID 18540928doi:10.1111/j.1365-2044.2008.05536.x

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