Lo prohibido para un corredor: “Pulsaciones en reposo anormales”

¿Te has preguntado alguna vez qué son las pulsaciones en reposo o has escuchado a algún corredor hablando de ellas?

A continuación, te contaremos de qué se tratan y cuáles corresponden a los valores normales que debes tener en cuenta como runner, ya seas hombre o mujer.

¿Qué quiere decir pulsaciones en reposo?

Las pulsaciones en reposo corresponden a tu frecuencia cardíaca en reposo, es decir, a la cantidad de latidos que posee tu corazón cuando te encuentras en estado de reposo, o sea, sin movilidad.

De la misma manera que tu frecuencia cardíaca máxima, las pulsaciones en reposo se miden en pulsaciones por minuto, o bien, la cantidad de latidos cada 60 segundos.  Es importante destacar que tus pulsaciones en reposo proveen una visión generalizada de cómo está tu salud cardiovascular.

Sabido es que el corazón es el actor principal de tu aparato cardiovascular y que late durante todas las horas del día, bombeando la sangre que va circulando por tus vasos sanguíneos. Dependiendo de la actividad que estés llevando a cabo, tu corazón producirá latidos distintos. Si sales a correr o entrenas en el gimnasio, este late con mayor rapidez, en cambio, si te encuentras descansando, late con más lentitud.

Si tus pulsaciones en reposo son bajas, quiere decir que tu corazón está reflejando una buena salud. Esto se debe a que tu corazón está trabajando menos y con más comodidad cuando te encuentras reposando.  En cambio, si tus pulsaciones en reposo son altas, quiere decir que tu corazón se encuentra trabajando con mayor fuerza para lograr que circule la sangre, lo que revela un nivel de salud y condición física reducido.

¿Quieres saber cómo medir tus pulsaciones en reposo?

En primer lugar, es importante medirlas en la mañana, de esta manera obtendrás una de las métricas corporales más significativas. Tu frecuencia cardíaca dependerá de varios factores tales como: tu peso corporal, tu edad, la calidad de tu sueño, la hora del día, si tomas café o remedios específicos. Precisamente a causa de estos factores es aconsejable que midas tus pulsaciones en reposo a primera hora de la mañana, lo que te permitirá registrarlas de manera idónea y establecer con exactitud como el correr está transformando tu organismo.

Para medirlas, solamente requieres aprender a tomar tu pulso, por lo que tienes que contar las pulsaciones por minuto, y permanecer en la cama algo más del tiempo normal. Lo recomendable es que empieces la medición de tus pulsaciones en reposo con anterioridad a que te levantes de la cama y, luego, de que hayas dejado pasar 1 o 2 minutos desde que despertaste. Una vez que hayan pasado estos minutos, comienzas a contar tus pulsaciones por minuto.

Pero ¿cómo hacerlo?

Debes poner tus dedos índice y el del medio en tu muñeca, justo debajo de la base de tu dedo pulgar, o bien, en tu cuello, y comenzar el conteo. Cuenta las pulsaciones durante 60 segundos o puede ser solamente por 15 segundos. Después, multiplica por 4, y el resultado final son tus pulsaciones en reposo. Te recomendamos que lleves un registro de estas.

Pulsaciones normales y anormales

Luego de lo anterior es momento de hacer un análisis de los resultados obtenidos.  Las pulsaciones en reposo de un adulto normal están alrededor de los 60 a 100 latidos por minuto. Son diversas las variables que influyen en las pulsaciones en reposo y estas son, por ejemplo:

    • Los genes y el envejecimiento que hace que se eleven.
    • Hacer ejercicio regularmente provoca que tu corazón lata con menos.
    • Remedios y estrés.
    • En runners que gozan de buena salud las pulsaciones en reposo estarán en los 40 y 60 latidos por minuto.

¿Qué pasa si las tengo altas o anormales?

Un estudio realizado en Noruega realizó un análisis de los cambios en las pulsaciones en reposo por un período de 10 años de más de 29.000 personas sin ningún antecedente de cardiopatías o de hipertensión. En un principio, midieron las pulsaciones en reposo de todos los participantes y 10 años después lo volvieron a realizar. Entre los que al comienzo tuvieron unas pulsaciones en reposo de menos de 70, pero a los 10 años las elevaron a 85, se registraron más fallecidos.

Por otro lado, entre aquellos que conservaron sus pulsaciones en reposo bajas durante los 10 años, se registró una menor cantidad de muertos. En resumen, la investigación arrojó un aumento de riesgo de fallecimiento al poseer pulsaciones en reposo altas.

¿Cómo disminuirlas?

En Marathonranking.com te entregaremos cuatro excelentes recomendaciones para bajar tus pulsaciones en reposo:

  • Baja el estrés, realizando técnicas de relajación o meditando. Con esto de seguro bajas tus pulsaciones en reposo.
  • Realiza ejercicio regularmente, lo que permitirá hacer que tu corazón lata más fuerte durante la ejercitación y durante un corto tiempo luego.
  • Deja de fumar, ya que aquellos que fuman tienen bastante altas las pulsaciones en reposo.
  • Trata de adelgazar, ya que cuanto más peso tienes, más trabaja tu corazón en el bombeo de sangre y tendrás una frecuencia cardíaca alta.

Es importante destacar que el corazón de las mujeres late más veces por minuto que el de los hombres, lo que quiere decir que la mujer tiende a tener pulsaciones en reposo más altas que un hombre. Así, también, pulsaciones en reposo muy bajas pueden ser sinónimo de algún problema de salud.

El efecto de correr en las pulsaciones en reposo

Cuando realizas ejercicios de entrenamiento de resistencia para largas carreras, esto tiene como consecuencia el aumentar de manera considerable la demanda de oxígeno del músculo esquelético. Cada uno de tus músculos requieren de más oxígeno y para conseguirlo los pulmones toman más cantidad de oxígeno y el corazón lo transportará bombeando. Como resultado de estos requerimientos, en tu cuerpo se notarán las siguientes transformaciones durante el running:

  • La ventilación pulmonar se acrecentará, es decir, el proceso que hace que fluya el aire entre los pulmones y la atmósfera, al inspirar y espirar.
  • También se acrecentará el ritmo cardíaco, el volumen sistólico y el gasto cardíaco.
  • Se produce un leve aumento de la presión arterial sistólica.

Para que todo lo anterior se produzca, tu corazón tiene que adecuarse y cambiar, y entre los cambios más importantes que se realizan en el corazón de un runner podemos destacar:

  • Se acrecienta el espesor de las paredes musculares de tu corazón, en particular, de la pared del ventrículo izquierdo, que es el encargado de impulsar la sangre hacia la arteria aorta, que es la que traslada la sangre a casi todo el organismo.
  • Se produce un incremento del tamaño de tu corazón, lo cual hace posible que el ventrículo izquierdo logre llenarse de más sangre, aumentando la contractilidad, lo que provoca que se acreciente el volumen sistólico en reposo y mientras se realizan ejercicios, es decir, se incrementa el suministro de sangre al organismo.
  • El aumento del volumen sistólico viene acompañado de una baja en la frecuencia cardíaca, es decir, tu corazón palpitará menos en estado de reposo.

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